El fruto es originario de una región que abarca desde Irán hasta el norte de los Himalayas en India, y fue cultivado y naturalizado en toda la región del Mediterráneo incluyendo Armenia desde la Antigüedad. Muy apreciada en las zonas desérticas, por estar protegida de la desecación por su piel gruesa y coriácea, lo que permitía que las caravanas la pudieran transportar grandes distancias, sin que le afectara en la conservación de sus cualidades tan apreciadas. Se encuentran sus huellas en todos los documentos antiguos.
Se sabe del cultivo de la granada, desde hace al menos 5000 años en Asia occidental y en el Norte de África; se encontraba en los jardines pensiles de Babilonia y en los bajorrelieves egipcios. Los antiguos egipcios preparaban con su jugo un vino ligero con sabor a frambuesa.
Hipócrates recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad.
Los romanos conocieron la granada gracias a los fenicios que la trajeron de Fenicia (aproximadamente en el actual Líbano) a Roma, de ahí su nombre científico de Punica.
La Biblia hace referencia en numerosas ocasiones a este fruto, y siempre en su defensa.
Los árabes fueron los que la introdujeron en España, citándola ya en el siglo XIII Gonzalo de Berceo en uno de sus poemas, donde la llama milgrana (milgranos), por la abundancia de sus semillas. Las granadas proliferaron sobretodo en el sur de la Península, donde finalmente la ciudad de Granada tomó este nombre. Con la conquista de América, los colonos españoles llevaron esta fruta al continente, se cultivó con éxito en Nuevo México en la época colonial.

EN LA ALIMENTACION
La fruta se come natural grano a grano, apartando la corteza y las laminillas amargas que separan las celdas donde se encuentran. Es muy apreciada por los niños. Se puede utilizar para hacer sorbetes, de bebidas, de sirope de granadina artesanal, que entran como ingredientes en los platos cocinados.
Al comprarlas, seleccione las granadas que presenten un color rojo profundo a marrón. Las granadas pequeñas normalmente están secas, leñosas, acres e incomibles. En tanto que el fruto sea más grande, la pulpa será más jugosa. La epidermis debe de estar bien lisa y brillante, exenta de marcas. Se dice que la fruta está madura cuando presionándola un poco emite un ruido metálico.
En la cocina libanesa, el sirope de granadina, llamado Rab er‘remane se confecciona a partir de las variedades ácidas que le dan un sabor dulce y ligeramente acidulado.
Su sirope se utiliza en numerosos platos salados para darles agradable acidez, tal como, las (mtabba), berenjenas horneadas a la crema de sésamo, puré de berenjena horneada al ajo (baba ghannouj) y la (lahm b‘ajine) pizza libanesa con guarnición.
La cocina iraní le reserva así mismo un lugar importante.
Es un ingrediente en el plato mexicano de los chiles en nogada, donde el color de los granos rojos contrasta con el color verde de los chiles rellenos y la salsa de nuez blanca, resultando en un plato con los colores de la bandera nacional.
LOS EFECTOS DE LA GRANADA EN LA SALUD
Existen una multitud de estudios científicos relacionados con la granada. En las últimas décadas ha experimentado un gran interés su actividad antioxidante, anticancerígena y antiinflamatoria.
Capacidad antioxidante
Estudios en ratas y ratones, confirman que las propiedades antioxidantes de los extractos de granada muestran una reducción del 19% del estrés oxidativo en los macrófagos peritoneales de los ratones, una reducción del 42% de los peróxidos lipídicos y un incremento del 53% de los niveles de glutation reducido.
Estudios en humanos muestran que el zumo elaborado a partir de la pulpa de la granada, tiene una capacidad antioxidante superior al zumo de granada. A estos sujetos se les dio 250 ml de zumo de granada cada día durante cuatro semanas. Los niveles de la capacidad antioxidante en el plasma sanguíneo incrementaron de 1,33 mmol a 1,46 mmol en personas que tomaron zumo de granada, mientras que los que tomaron zumo de manzana no hubo un incremento significativo.
Capacidad anticancerígena
Estudios in vitro usaron tres líneas celulares de células cancerígenas prostáticas demostraron que varios extractos de granada (zumo, aceite de semillas y piel) inhibía potencialmente la invasión de células cancerígenas prostáticas, induce a la apoptosis,
En un estudio de fase II realizado con 46 hombres con cáncer de próstata recurrente, 16 de ellos (35%) mostraron un decrecimiento significativo en el antígeno específico para la próstata (PSA) durante el tratamiento con el zumo de granada. Estos resultados indican que la granada pude influenciar positivamente en la evolución del cáncer prostático gracias a sus efectos antiproliferativos, apoptóticos, antioxidantes y posible acción antiinflamatoria.
Capacidad antiinflamatoria

Capacidad antiaterosclerótica.
Estudios in vitro con animales y humanos, se ha obtenido resultados positivos con varios constituyentes de la granada en la prevención y atenuación de la aterosclerosis. En las primeras etapas de la aterosclerosis, la concentración elevada de colesterol en el plasma, el incremento del estrés oxidativo y el incremento del colesterol esterificado, son factores que contribuyen a la formación de la placa de ateroma. El zumo de la granada, rico en polifenoles antioxidantes y ácido gálico, ayudan a minimizar las lesiones ateroscleróticas, a controlar los niveles de lípidos y azúcar en sangre.
La granada, al ser un alimento de origen vegetal, no contiene colesterol. Su alto contenido en potasio, a diferencia de otras frutas y su bajo contenido en sodio, hace que sea un alimento óptimo para las personas que tienen hipertensión. Esta proporción entre los dos minerales más la alta proporción de agua hace que sea un alimento con ligero efecto drenante y diurético.
Otros mecanismos
Se han estudiado sus efectos en otras patologías como es la diabetes mellitus tipo II, la VIH y la acción bactericida y fúngica.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Phaseolus_vulgaris#Historia
http://www.bioener.com/documentos/LA_GRANADA.pdf
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