Existen muchas maneras de brindar servicio en un restaurante. Los diferentes sistemas o fórmulas sin embargo, requieren de diferentes procedimientos y gestiones, y algo de eso es de lo que venimos a hablar en el artículo de hoy. Porque este post está basado en el sistema buffet como servicio gastronómico en un restaurante ¿qué opinas de esta opción?
Dentro de las muchas fórmulas que hoy se conocen en lo que al servicio gastronómico respecta, la del buffet es una de las más comunes y empleadas en distintos negocios de esta clase, pero ¿qué dificultades propone este sistema? Y puntualmente ¿qué debemos tener en cuenta si lo elegimos como parte de nuestra oferta de servicio?
Para empezar, podemos decir que el sistema buffet, posee numerosas particularidades que deben ser analizadas antes de escoger esta opción como el método de servicio que utilizaras en tu restaurante.
El sistema buffet establece ciertos puntos ineludibles, que el empresario gastronómico no puede dejar de conocer si está pensando en adoptar esta clase de fórmula. Dado que se trata de un servicio que en la actualidad suele verse en los hoteles, en ciertas celebraciones sociales y en escasas circunstancias se da en un restaurante, aunque todavía la oferta existe.
Y ¿por qué existe aún esta oferta en restaurantes? Básicamente, porque el sistema buffet aún tiene una potencialidad muy atractiva que explotar, y esto resulta un motivo suficiente para tener en cuenta esta opción.
En principio, podemos decir que el servicio buffet es útil a los fines que muchos clientes persiguen: rapidez, esto se evidencia en la falta total de espera que deberá atravesar el consumidor, dado que la comida está ahí, esperándolo, y no al contrario de lo que sucede en el sistema tradicional de restauración en el que el cliente debe pedir su orden y luego esperar a que se la traigan. Esta es una ventaja que muchas personas encuentran realmente provechosa y que no debe pasarse por alto.
En este caso, uno de los aspectos a evaluar es el del acceso a cada modulo en el que se encuentran los platos, se debe diseñar un esquema de circulación cómodo y funcional, para que en temporada alta, cuando más flujo de clientela se recibe, se puedan evitar las dificultades en cuanto al movimiento en el espacio.
Si del sistema buffet hablamos, una de las características más elementales de esta clase de servicio es la variedad en cuanto a las comidas que se sirven. Esto guarda relación muchas veces con la expectativa del cliente, en ocasiones no se trata de la cantidad de producto ofrecido, sino del apetito del comensal. Entonces, lo principal es entender qué clase de cliente acude al restaurante, en ese caso, será necesario saber su nacionalidad, edad, hábitos y preferencias, lo que podría dar un parámetro de lo que estos quisieran ingerir. Sin embargo, además de pensar en términos de cantidad, se debe pensar en términos de variedad, en lo que respecta a la rotación de platos, es decir, evitar el “más de lo mismo”, porque muchas veces lo que se busca en el servicio buffet es precisamente eso, variedad, y no ver siempre las mismas comidas.
Dado que los alimentos están expuestos y visibles para el cliente, será sumamente importante tener en cuenta algunos aspectos básicos sobre la presentación de los productos: temperatura, estética y decoración. En el primer caso, siempre se tratará de que los alimentos tengan la temperatura adecuada, apelando con ello a la máxima calidad; en lo respecta a la estética, se trata de que el aspecto visual del plato resulte atractivo a los ojos del comensal; finalmente, si hablamos de decoración, esto se traduce como los esfuerzos del restaurante en hacer que los platos parezcan profesionales, contando con la presentación correspondiente.
Dentro de las muchas fórmulas que hoy se conocen en lo que al servicio gastronómico respecta, la del buffet es una de las más comunes y empleadas en distintos negocios de esta clase, pero ¿qué dificultades propone este sistema? Y puntualmente ¿qué debemos tener en cuenta si lo elegimos como parte de nuestra oferta de servicio?
Para empezar, podemos decir que el sistema buffet, posee numerosas particularidades que deben ser analizadas antes de escoger esta opción como el método de servicio que utilizaras en tu restaurante.
El sistema buffet establece ciertos puntos ineludibles, que el empresario gastronómico no puede dejar de conocer si está pensando en adoptar esta clase de fórmula. Dado que se trata de un servicio que en la actualidad suele verse en los hoteles, en ciertas celebraciones sociales y en escasas circunstancias se da en un restaurante, aunque todavía la oferta existe.
Y ¿por qué existe aún esta oferta en restaurantes? Básicamente, porque el sistema buffet aún tiene una potencialidad muy atractiva que explotar, y esto resulta un motivo suficiente para tener en cuenta esta opción.
En principio, podemos decir que el servicio buffet es útil a los fines que muchos clientes persiguen: rapidez, esto se evidencia en la falta total de espera que deberá atravesar el consumidor, dado que la comida está ahí, esperándolo, y no al contrario de lo que sucede en el sistema tradicional de restauración en el que el cliente debe pedir su orden y luego esperar a que se la traigan. Esta es una ventaja que muchas personas encuentran realmente provechosa y que no debe pasarse por alto.
En este caso, uno de los aspectos a evaluar es el del acceso a cada modulo en el que se encuentran los platos, se debe diseñar un esquema de circulación cómodo y funcional, para que en temporada alta, cuando más flujo de clientela se recibe, se puedan evitar las dificultades en cuanto al movimiento en el espacio.
Si del sistema buffet hablamos, una de las características más elementales de esta clase de servicio es la variedad en cuanto a las comidas que se sirven. Esto guarda relación muchas veces con la expectativa del cliente, en ocasiones no se trata de la cantidad de producto ofrecido, sino del apetito del comensal. Entonces, lo principal es entender qué clase de cliente acude al restaurante, en ese caso, será necesario saber su nacionalidad, edad, hábitos y preferencias, lo que podría dar un parámetro de lo que estos quisieran ingerir. Sin embargo, además de pensar en términos de cantidad, se debe pensar en términos de variedad, en lo que respecta a la rotación de platos, es decir, evitar el “más de lo mismo”, porque muchas veces lo que se busca en el servicio buffet es precisamente eso, variedad, y no ver siempre las mismas comidas.
Dado que los alimentos están expuestos y visibles para el cliente, será sumamente importante tener en cuenta algunos aspectos básicos sobre la presentación de los productos: temperatura, estética y decoración. En el primer caso, siempre se tratará de que los alimentos tengan la temperatura adecuada, apelando con ello a la máxima calidad; en lo respecta a la estética, se trata de que el aspecto visual del plato resulte atractivo a los ojos del comensal; finalmente, si hablamos de decoración, esto se traduce como los esfuerzos del restaurante en hacer que los platos parezcan profesionales, contando con la presentación correspondiente.
0 comentarios :
Publicar un comentario